Factores que inciden en la siembra: cantidad y distribución de lluvias, época de siembra, preparación del lote, calidad de semilla y el sistema de siembra a utilizar.
Si consideramos una siembra de 10kg./ha., aprox. 450 semillas/m2, de acuerdo al sistema de siembra, se logra un nacimiento entre 25 y 60%.

Entre 100 y 150 plantas por m2 al nacimiento, y entre 50 y 100 plantas por m2 el primer año de acuerdo al régimen de lluvias de las zonas, se considera un stand óptimo para lograr una máxima producción

La profundidad ideal es de 1,5 a 2,5cm.
La alfalfa propera normalmente en suelos con un rango de pH óptimo entre 6,5 y 7,5. Valores inferiores a 5,8 provocan serios problemas de crecimiento y desarrollo de la planta; disminuyen la disponibilidad de nutrientes, afectan la nodulación, lo que determina la necesidad de la práctica del encalado.

Para determinar la disponibilidad de nutrientes en el suelo, el método más preciso es el de análisis de suelo de la capa superficial previo a la siembra.
Con el resultado del análisis e historia del lote estaremos en condiciones de recomendar tipo y dosis de fertilización.

Nitrógeno

Con respecto al nitrógeno, la alfalda lo obtiene de su relación simbiótica con el Rizobium y los de NO3 presentes en el suelo.
En los alfaldares establecidos la refertilización con nitrógeno no asegura una mayor producción, vigor o calidad de la misma e inclusive podría incentivar el crecimiento y desarrollode la gramíneas y las malezas presentes en el lote.

Fosforo y Potasio

La alfalfa necesita cantidades importantes de potasio y fósforo.
Con respecto al potasio podemos decir que en términos generales no existen deficiencias en la Pampa Húmeda. En cuanto al fósforo, la práctica de la festilización es muy importante, debido a que en Argentina tenemos zona con déficit marcados. Se considera que por debajo de 20 PPM es indispensable la fertilización con fósforo.
Antes de decidir su aplicación es necesario conocer el Ph del suelo debido a que por debajo de 5,5 en suelos arcillosos o por encima de 7,5 se adsorbe fuertemente a los coloides del suelo y no está disponible para la alfalfa.
El fósforo es necesario para un establecimiento exitoso y un buen desarrollo de raíces. El potasio es esencial para mantener altos rendimientos, aumentar la tolerancia al frío, mayor resistencia a ciertas enfermedades e incrementa la persistencia.
El fósforo se caracteriza por su escasa movilidad en el suelo, por esta razón se logran mejores resultados cuando el fetilizante se incorpora al mismo, dado que la alfalfa abosrbe los nutrientes entre los 15-20 cm superficiales del suelo.

Fertilización inicial

Se la utiliza como starter o arrancador de la alfalfa. Se puede aplicar al voleo previo a la siembra, incorporándolo con herramientas livianas.
La otra alternativa es la aplicación simultáneamente con la siembra ubicando el ferilizante al lado de la línea de siembra y un poco por debajo de la misma.
La dosis a aplicar dependerá fundamentalmente del análisis del suelo.

Refertilización

Es una práctica muy recomendada las fertilización fosfatada anual para aumentar rendimiento y persistencia de la pradera.
Detalles a tener en cuenta para la refertilización:

1- Aplicar el fertilizante inmediatamente después del corte antes que se produzca el rebrote.
2- Evitar fertilizar sobre el follaje mojado.
3- Los momentos adecuados son luego del primer corte para estimular el crecimiento de los sucesivos rebrotes o bien en otoño para aumentar su resistencia a las bajas temperaturas.
4- Evitar la aplicación con suelos húmedos para evitar daños físicos a la corona de la alfalfa.
5- La fertilización foliar no es recomendable para los macronutrientes (N, P y K), peros si es ideal para la aplicación de micronutrientes.

Calcio y Magnesio

A pH normales es rara la deficiencia de estos elementos. El calcio mejora la nodulación y fijación de N.
Además es necesario para un óptimo desarrollo radicular.
Los síntomas de deficiencia de magnesio se observan cuando el suelo tiene menos menos de 50 a 100 PPM dependiendo esto del tipo de suelo.

Azufre

Pueden aparecer deficiencias en S (Azufre) en cultivos que requieren cantidades importantes de este elemento como la alfalfa.
Fundamentalmente los déficit se encuentran en suelos arenosos y con bajo porcentaje de materia orgánica. El azufre está ligado estrechamente al N disponible y para lograr un máximo rendimiento la alfalfa requiere una relación de N/S de 11.

Micronutrientes

La alfalfa requiere pequeñas cantidades de micronutrientes para su crecimiento óptimo (boro, manganeso, hierro, zinc, cobre y molibdeno).
De ellos el único que se suministra o aplica con cierta frecuencia en alfalfa es el boro.
En suelos de textura media y con clara deficiencia de boro la dosis a aplicar ronda entre los 2-3 Kg/ha por lo que alcanza para toda la vida del alfalfar.
En suelos arenosos habrá que aplicar 1 kg de boro por ha. cada año. 

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Para la alfalfa el pH ideal del suelo es de 6,5 – 7,5. Cuando está por debajo de 6 se observan severos problemas de crecimiento, desarrollo y disminuye la disponibilidad de P, Ca y Mg.
Además hay menor nodulación y por ende una menor fijación de nitrógeno.
La acidez del suelo puede ser corregido mediante encalado, utilizando diversos materiales que contienen Ca tal como carbonato de Ca., dolomite, etcétera.

Las principales ventajas del encalado son:
– Mejor establecimiento y persistencia de la alfalfa.
– Mejor actividad de fijación de nitrógeno por Rizobium.
– Aumento del Ca y g.
– Mejor estructura del suelo.
– Mayor disponibilidad de P y Mo.
– Menor toxicidad de Fe, Al y Mn

Como la cal reacciona muy lentamente requiere de un largo tiempo para convertirse en asimilable en el suelo, por lo tanto se recomienda la aplicación con 12 meses de antelación a la siembra en suelos muy ácidos luego de aplicar el calcio al voleo. Esta debe mezclarse uniformemente con toda la capa arable del suelo, mediante una disqueada a posterior arada.
Si se arase directamente la cal quedaría en el fondo de la capa arable disminuyendo la efectividad de su acción.
En planteos de siembra directa o de reencalados, esta puede ser depositada sobre la superficie del suelo. Lluvias posteriores la irán incorporando lentamente al perfil del suelo.

La alfalfa requiere pequeñas cantidades de micronutrientes para su crecimiento óptimo (boro, magnesio, hierro, zinc, cobre y molibdeno).

De ellos el único que se suministra ó aplica con cierta frecuencia en alfalfa es el boro.